Deseo del Adorador
Cómo deseariamos que en todas las parroquias del mundo hubiera pequeñas capillas de adoración perpetua, las veinticuatro horas del día, a Jesús Sacramentado. Capillas acogedoras con mucha luz, con muchas flores, con mucho amor, donde los fieles pudieran acercarse a cualquier hora del día o de la noche para visitar al amigo Jesús. Al menos, que estas capillas tengan Exposición del Santísimo durante las horas del día Lo importante es que los fieles hagan turnos para no dejar solo a Jesús y pedir unidos por algunas necesidades especiales de la parroquia, del país o del mundo. Suele decirse que a grandes males, grandes remedios.
¿No es hora de poner todo lo posible de nuestra parte para que haya más paz en nuestra sociedad y más unión y felicidad en los hogares? El Papa quiere la adoración perpetua en todas las parroquias. ¿Es mucho pedir que los buenos católicos puedan dedicar un dia al mes para adorar a Jesús sacramentado? .
Que no nos tenga que decir Jesús:
¿“No habéis podido velar una hora conmigo?” (Mt 26,40).
El Adorador Nocturno de Jesús Sacramentado hace lo posible por imitar a su divino modelo, Jesús ; Se retira del bullicio en las horas de la noche para ser compañía de Jesús, que ora por los pecadores en el Santísimo Sacramento, ora por los que no oran, pide perdón y misericordia por sus propios pecados, por los pecados de sus hermanos y enemigos.
Jesucristo pide por los pecados nacionales y por los pecados del mundo entero. Jesucristo, en el Huerto de los Olivos se acongojó por todo el género humano, lloró tanto y sufrió tanto que brotaron de todos los poros de su Sacratísimo rostro, raudales de sangre, sin tener quien le consolase......... Los Adoradores Nocturnos de Jesús Sacramentado, pasan la noche en vela para consolar a Jesús. En cierto modo hacen los oficios de la Verónica enjuagando ese rostro divino y recogiendo esa Sangre preciosísima, que servirá para borrar los pecados y abrirles las puertas de la felicidad eterna. Con esa Sangre que el Adorador Nocturno recoge del rostro adorable de Jesús, reparará tantas ofensas, tantas injurias, tantos pecados con que se ofende a Dios todos los días, reparamos los pecados de nuestra patria y los pecados de todo el mundo.
¿Quién no se anima a consolar a Jesús?
¿Quién no se siente movido a acudir al llamado que hace el mismo Jesús que dice:
“Venid a Mí todos los que estáis cansados y agobiados, que yo os aliviaré”?